
Si estás buscando ejercicios para practicar la pronunciación en inglés, has llegado al lugar adecuado. En este artículo te proponemos diez actividades claras, prácticas y motivadoras que puedes incorporar a tu rutina de aprendizaje para mejorar tu pronunciación en inglés de forma autónoma, constante y eficaz. No importa si tu nivel es intermedio o avanzado, o si te estás preparando para un examen: estos ejercicios te ayudarán a ganar confianza y claridad al hablar.
¿Por qué son útiles los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés?
La pronunciación es la llave para que te entiendan cuando hablas en inglés. Puedes tener un vocabulario amplio o gramática sólida, pero si tu pronunciación no es clara, el mensaje se pierde. Unos ejercicios para practicar la pronunciación en inglés bien escogidos te permiten:
- Identificar sonidos problemáticos,
- Mejorar ritmo y entonación,
- Ganar fluidez y seguridad al hablar.
Además, practicar de forma sistemática genera un hábito de trabajo que es clave para progresar.
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Cómo sacar el máximo partido a estos ejercicios
Antes de ver cada uno de los diez ejercicios para practicar la pronunciación en inglés, ten en cuenta estos consejos para que realmente funcionen:
- Graba tu voz y compárala con hablantes nativos;
- Practica en sesiones cortas (5-10 min) pero frecuentes (ideal: diario o casi diario);
- Céntrate no solo en los sonidos individuales, sino en el ritmo y la entonación de frases completas;
- Sé consciente de los errores o patrones que se repiten y marca un objetivo claro para cada semana.
Con eso en mente, veamos los diez ejercicios.
Ejercicio 1: Shadowing (sombra de hablante)
En el primer ejercicio de los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés, utilizarás la técnica de “shadowing”. Se trata de escuchar un fragmento de audio de un hablante nativo y repetir al mismo tiempo, como si fueras su sombra.
Cómo hacerlo:
- Elige un audio de 30-60 segundos de un hablante nativo (podría ser un podcast, vídeo o clip de series).
- Escúchalo una vez sin hablar para captar el ritmo, entonación y pausas.
- Reproduce y habla al mismo tiempo que el hablante.
- Repite varias veces hasta que te sientas cómodo.
- Graba tu versión final y compárala con el original: ¿te suena natural? ¿Dónde hay diferencias?
¿Por qué funciona?
Porque obliga a tu cerebro y tu aparato fonador a imitar ritmo, entonación y pronunciación casi al instante. Es un ejercicio dinámico y exigente.
Ejercicio 2: Minimal pairs (pares mínimos)
En este segundo de los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés vas a trabajar sonidos que se parecen mucho entre sí en inglés, y que para muchos hispanohablantes pueden resultar difíciles de distinguir.
Cómo hacerlo:
- Prepara una lista de pares como: ship / sheep, cat / cut, pen / pan, bit / beat.
- Pronuncia cada palabra en voz alta, primero despacio, luego más rápido.
- Graba ambas versiones y escucha la diferencia.
- Pide a un compañero o tutor que identifique cuáles has pronunciado correctamente.
- Una vez dominados los pares, incorpora esas palabras en frases cortas.
¿Por qué funciona?
Porque te ayuda a afinar la percepción auditiva y la producción de sonidos que en tu lengua base quizá no existen o no se diferencian. Es uno de los clásicos entre los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés.
Ejercicio 3: Trabalinguas (tongue-twisters)
El tercer ejercicio de este listado de ejercicios para practicar la pronunciación en inglés es divertido y muy útil: los tongue-twisters. Estos trabalenguas ayudan a mejorar articulación rápida y fluida.
Cómo hacerlo:
- Escoge unos trabalenguas en inglés, por ejemplo:
- “She sells seashells by the seashore.”
- “Betty Botter bought some butter…”
- “She sells seashells by the seashore.”
- Dilo despacio, asegurándote de pronunciar cada sonido.
- Acelera gradualmente intentando mantener claridad.
- Regístrate en vídeo o audio para ver cómo mejora tu articulación con el tiempo.
- Añade un reto: hazlo tras 10 minutos de ejercicio físico ligero (esto aumenta el ritmo de habla y hace que el reto sea mayor).
¿Por qué funciona?
Porque te fuerza a mover la boca, lengua y labios con mayor agilidad y precisión. De nuevo: un excelente componente dentro de los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés.
Ejercicio 4: Grabarte y escuchar tu voz
En este cuarto ejercicio de nuestra lista de ejercicios para practicar la pronunciación en inglés, el protagonista eres tú y tu voz. Grabar tu propio habla te permite ver tus progresos, descubrir errores y corregirlos.
Cómo hacerlo:
- Elige un fragmento de texto en inglés (50-70 palabras) que puedas leer.
- Grábate leyendo en voz alta.
- Escucha la grabación y marca los momentos en que no te entiendes tú mismo o notas que algo “suena raro”.
- Repite el ejercicio tras practicar los dos anteriores (shadowing + minimal pairs).
- Guarda las grabaciones y compáralas semanalmente para ver tu mejora.
¿Por qué funciona?
Porque la auto-grabación genera conciencia de tus propias “zonas oscuras” de pronunciación. Una gran herramienta para incorporar de forma constante entre tus ejercicios para practicar la pronunciación en inglés.
Ejercicio 5: Imitación/narración de vídeo corto
Este ejercicio número cinco de los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés combina vídeo, imitación y autoproducción.
Cómo hacerlo:
- Escoge un vídeo corto (1-2 min) en inglés con subtítulos desactivados o mínimos.
- Observa sin hablar primero, luego vuelve a ver pausando y repitiendo pequeñas frases en voz alta.
- Intenta imitar no solo las palabras, sino el ritmo, la entonación, pausas y expresividad.
- Luego grábate narrando lo mismo en tus propias palabras (duración similar).
- Compara con el vídeo original: ¿mantienes ritmo? ¿Suena natural?
¿Por qué funciona?
Porque recreas un contexto auténtico (hablante nativo) y luego generas tu versión, lo que te obliga a “pensar en inglés” al hablar, un paso clave hacia una pronunciación más fluida y natural.
Ejercicio 6: Lectura en voz alta con ritmo constante
El sexto ejercicio dentro de los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés consiste en leer en voz alta unos minutos al día, cuidando ritmo, entonación y pausas como si estuvieras presentando.
Cómo hacerlo:
- Elige un párrafo de un artículo, revista o libro en inglés.
- Lee en voz alta durante 1-2 minutos, concentrándote en que tu ritmo sea sostenido, sin detenerte demasiado.
- Marca conscientemente las pausas tras comas, puntos, y cambia la entonación al final de las frases.
- Grábate, escucha y corrige los puntos que suenan “robóticos” o monótonos.
- Haz este ejercicio 3-4 veces por semana.
¿Por qué funciona?
Porque la lectura en voz alta permite automatizar el movimiento de la boca/lengua y conectar la vista, el cerebro y el aparato fonador. Es muy eficaz en un programa de ejercicios para practicar la pronunciación en inglés.
Ejercicio 7: Enfoque en entonación y ritmo
El séptimo ejercicio de esta serie de ejercicios para practicar la pronunciación en inglés se centra en dos aspectos que muchas veces los estudiantes dejan de lado: entonación (subidas y bajadas) y ritmo (velocidad, pausas, acento en sílabas).
Cómo hacerlo:
- Graba una frase en inglés (por ejemplo: “I didn’t say she stole the money”).
- Pronuncia la frase varias veces, cambiando la palabra que enfatizas cada vez:
- I didn’t say she stole the money.
- I didn’t say she stole the money.
- I didn’t say she stole the money.
etc.
- I didn’t say she stole the money.
- Escucha cómo cambia el significado según la entonación.
- Practica frases de distinto tipo (pregunta, exclamación, afirmación) y grabarlas.
- Observa los resultados y elige 5-10 frases cada semana.
¿Por qué funciona?
Porque una pronunciación correcta no solo es la que emite los sonidos correctamente, sino la que comunica intención, significado y matiz mediante ritmo y entonación. Añadir esto a tus ejercicios para practicar la pronunciación en inglés te da un plus de naturalidad.
Ejercicio 8: Conversación dirigida con feedback
El octavo ejercicio de los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés es un paso hacia la interacción real: hablar con otra persona y recibir retroalimentación específica sobre tu pronunciación.
Cómo hacerlo:
- Encuentra un compañero de intercambio lingüístico, tutor o amigo que hable inglés.
- Prepara con antelación un par de temas (por ejemplo: “my weekend”, “future plans”).
- Graba la conversación (o parte de ella) y luego pide feedback sobre:
- Claridad en los sonidos más complejos para ti.
- Ritmo, pausas y entonación.
- Errores repetidos.
- Claridad en los sonidos más complejos para ti.
- Apunta los sonidos que te costaron y dedica mini-sesiones (5min) al ejercicios 2 (minimal pairs) para corregirlos.
- Repite la conversación semanalmente y revisa cómo mejora tu pronunciación.
¿Por qué funciona?
Porque integra práctica autónoma + interacción real + feedback, tres componentes esenciales para mejorar la pronunciación. Forma parte imprescindible de cualquier plan de ejercicios para practicar la pronunciación en inglés completo.
Ejercicio 9: Ejercicio de fragmentos «pausa-repite»
El noveno ejercicio de la lista de ejercicios para practicar la pronunciación en inglés te introduce a un método pausado: escuchar frases, pausar, repetir inmediatamente.
Cómo hacerlo:
- Escoge un audio de hablante nativo con frases de 5-10 palabras.
- Escucha la primera frase, pausa, repítela en voz alta, presta atención a los sonidos difíciles.
- Haz lo mismo con la segunda, luego las dos juntas, luego las tres seguidas.
- Aumenta progresivamente hasta 10 frases seguidas sin pausa.
- Graba tu versión final y compárala.
¿Por qué funciona?
Porque reduce la complejidad al empezar, te permite enfocarte frase a frase, y poco a poco va construyendo fluidez. Es una forma muy práctica de trabajar en tus ejercicios para practicar la pronunciación en inglés cuando tienes poco tiempo.
Ejercicio 10: Imitar acento y hablar de memoria
El décimo y último ejercicio de estos ejercicios para practicar la pronunciación en inglés es retador: imitar un fragmento de habla, luego memorizarlo y decirlo sin ver.
Cómo hacerlo:
- Elige un vídeo corto de 30-60 segundos, con un hablante nativo que tenga un ritmo claro.
- Escúchalo y repite varias veces imitando ritmo, entonación y pronunciación (como en el ejercicio 5).
- Memoriza el fragmento (puedes escribirlo).
- Graba una versión tuya diciendo lo mismo, sin ver el vídeo, intentando mantener la naturalidad.
- Analiza la grabación: ¿has perdido ritmo o entonación? ¿Se entiende claramente cada palabra?
¿Por qué funciona?
Porque combina imitación, memorización y producción autónoma, elevando el nivel de exigencia y acercándote cada vez más a una pronunciación fluida y natural en inglés.
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Cómo integrar estos ejercicios en tu rutina
Para aprovechar al máximo estos ejercicios para practicar la pronunciación en inglés, te sugiero la siguiente estructura semanal:
- Días 1-2: Ejercicios 1 y 4 (shadowing + grabarte)
- Días 3-4: Ejercicios 2 y 3 (minimal pairs + tongue-twisters)
- Día 5: Ejercicios 5 o 6 (imitación vídeo o lectura en voz alta)
- Día 6: Ejercicios 7 o 9 (entonación+pausa-repite)
- Día 7: Ejercicios 8 o 10 (conversación o imitación completa)
De esta forma cubres distintos aspectos (sonidos, ritmo, entonación, producción autónoma) sin sobrecargarte. Puedes ajustar la frecuencia según tu disponibilidad.
Consejos extra
- Crea un cuaderno o archivo donde apuntes los sonidos que más te cuestan, y revisa el progreso cada semana.
- Usa auriculares al grabarte para evitar ruído externo.
- Si estás preparando un examen tipo Cambridge English: B2 First o Cambridge English: C1 Advanced, trabaja especialmente ejercicios 5, 8 y 10: te acercan a la naturalidad exigida.
- Sé paciente: la mejora de pronunciación es progresiva, no inmediata, pero cada día de práctica cuenta.
¿Por qué este enfoque funciona mejor que solo memorizar vocabulario?
El motivo es que una buena pronunciación en inglés no depende únicamente de saber muchas palabras o gramática correcta. Depende de movimiento del aparato fonador, ritmo, entonación, fluidez y consistencia. Los ejercicios para practicar la pronunciación en inglés que aquí proponemos trabajan esos aspectos de manera específica, enfocada y variada — lo que los hace mucho más eficaces que la memorización pasiva.
Además, al incorporar auto-grabaciones, interacción real y retos progresivos, logras una mejora sostenible: no solo hablas mejor, sino que te entienden mejor y tú ganas más confianza al hacerlo.
Llamada a la acción
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